Comprar un calibrador de agujas te permite identificar el diámetro real de tus herramientas: introduce la punta en cada orificio hasta encontrar el ajuste que entra firme pero sin forzar. Si notas holgura o rasca al pasar, no es la talla correcta. Con un medidor de agujas de tejer, verifica también el número grabado en la aguja cuando exista, porque algunas series viejas o sin marcaje pueden inducir a confusión. Repite la comprobación en ambas agujas si trabajas en par, para asegurar exactitud y evitar diferencias de tensión.
Con el medidor de ganchillos, desliza el gancho por la hendidura correspondiente y confirma que el vástago se asienta bien en toda su longitud. Evita medir solo en la punta porque hay ganchillos con zonas cónicas. Antes de montar tu muestra, deja anotado el número real y el hilo a usar. Ese registro te ayudará a reproducir resultados entre sesiones. Si alternas materiales, vuelve a medir: pequeñas variaciones en el vástago pueden cambiar tu tensión sin que lo percibas a simple vista.