Si trabajas esporádicamente, puedes empezar solo con una ovilladora manual siempre que la madeja esté en un soporte estable que deje salir el hilo sin tirones. Aun así, el binomio con una devanadora de mesa reduce enredos y mantiene la tensión constante mientras formas el ovillo. Para madejas que tienden a cerrarse o a retorcerse, disponer de Ovilladoras y Devanadoras acelera la preparación y evita pausas por cruces imprevistos durante el giro.
Si no quieres hacer ovillos y quieres usar las madejas directamente, una solución es tener una devanadora de mesa que vaya soltando hilo sin enredarse según avanzas con tu proyecto.
Si tejes con madejas con frecuencia, combinar ovilladora de lana y devanadora para madejas aporta regularidad desde el primer metro: la madeja gira libre y la ovilladora recoge con trayectoria recta. Con una sola herramienta, el proceso es más manual y exige más atención a la tensión y al guiado del hilo. Con las dos, estandarizas el flujo, reduces errores y te concentras en tejer sin dedicar tiempo a corregir ovillos mal formados.