Los marcadores de punto abiertos (con cierre o marcadores tipo imperdible) se fijan y retiran en cualquier punto del tejido sin forzar la fibra. Son prácticos para señalar aumentos, disminuciones, ojales o puntos que se desplazan entre vueltas, y para corregir sin deshacer medio tramo. Los marcadores cerrados (anilla) viven en la aguja y delimitan secciones estables; no interfieren con la puntada y te ayudan a mantener bordes y repeticiones ordenadas en patrones largos o en punto calado con múltiples motivos.
La elección depende del uso: si necesitas mover la referencia, elige marcadores tipo imperdible; si quieres un límite fijo, opta por anillas. Prioriza color visible y superficies lisas que no enganchen. Combinar ambos te permite marcar inicio de vuelta con anilla y reservar los abiertos para eventos (aumentos/giros). Evita sobrecargar: menos marcadores, mejor colocados. Así mantienes flujo, lees el tejido de un vistazo y reduces parones por comprobaciones innecesarias.